1.5.18

ACEITUNA, calle de la



(de la C. de la dehesa al límite con el campo)

Se formó ésta calle en la década de 1980 al urbanizarse éste terreno entre la Florida Chica y el cauce del Arroyo de La Plaza, cerca de la ermita del Cristo de la Sangre. Está formada únicamente por chalets con jardín.

Su nombre homenajea a la ancestral producción de aceitunas en Villa del Prado, existiendo desde antiguo en el pueblo varios molinos de aceite, y produciéndose hoy en día aceite de gran calidad y sabor en la almazara de la cooperativa. En los meses de invierno se recogen en Villa del prado algunas aceitunas para comer, que se aliñan con tomillo, ajo sal gorda y otros ingredientes.

ALAMÍN, Avenida del


(De Pza. de Francisco Calés hasta el fin del término municipal)
Antiguas o tradicionales denominaciones: "Carretera del Alamín" y "Carretera de Escalona"

La actual Avenida de Alamín es la carretera que conduce al lugar de Alamín, auténtica cuna de Villa del Prado. Antiguo camino medieval que unía el castillo y ciudad de Alfamín con el prado en el cual se comenzaron a construír las primeras casas que formarían la villa de El Prado, es por tanto uno de los caminos más antiguos del nuestro pueblo. Además de ello, cerca del castillo, ésta carretera o camino, fue una parte del camino principal que unía Valladolid y Castilla la Vieja con Toledo hasta el siglo XV, cuando aún no existía la actual carretera N-403, por lo que Alamín y El Prado seguramente fueron lugar de paso importante para viajeros; situación que cambió cuando D. Álvaro de Luna mandó destruir el puente del Alamín, que hoy figura en el escudo de Villa del Prado, y construir otro que cruzase el río por Escalona, que era el pueblo favorito del Conde, donde estableció su corte personal. Siendo antigua comunicación con la ciudad imperial de Toledo, y desembocando en tiempos pasados en el fabuloso puente del castillo, es ésta actual Avenida de Alamín una calle históricamente importantísima para Villa del Prado.

Comienza la avenida de la plaza de Francisco Calés Otero y discurre en forma de carretera en todo su trazado, con el antiguo garaje de D. Miguel Durán Corral, construído en la década de 1930, y que era hasta hace poco el único edificio de la calle que nos ocupa, junto con el matadero municipal, situado enfrente y construído en 1912. Después de éstos únicos edificios, la carretera salvaba mediante un puentecillo el Arroyo de la Plaza, prosiguiendo luego la carretera entre fronteras agrícolas, viñas y campo, salvando los arroyos de Arrelobos y Arrofresno con sendos puentecillos , los cuales curiosamente están ambos bajo curvas, hasta llegar a la entrada de la finca de La Llanada. Después de ésta, la carretera tiene a su lado izquierdo la entrada al poblado de Alamín, construído en la década de 1950. Más adelante, salvando el arroyo de Navacarrala con un puente, se aprecia a la izquierda la tapia y puerta de hierro que delimita una de las fronteras de la antigua finca "El Alamín". La carretera prosigue después en línea recta hasta el límite con la provincia de Toledo, punto en el cual bruscamente deja de estar pavimentada y prosigue en forma de carretera de tierra, ya fuera del término municipal de Villa del Prado, entrando en el de Santa Cruz de Retamar. La carretera atraviesa la finca de Alamín, y más adelante pasa por dos urbanizaciones pequeñas, desembocando en la Nacional N-403, en dirección a Escalona y Toledo.

El comienzo de la avenida de Alamín es la única parte urbanizada, con el citado garaje y el matadero municipal, a los que se ha unido desde el año 2000 una nueva zona urbanizada con nuevas casas y calles. El arroyo de la plaza, que había sido canalizado bajo tierra en la década de 1970, finalizaba su túnel justo bajo la actual avenida. Éste túnel se amplió hacia el año 2000.

***
La villa de Alamín, denominada en el medievo como Alfamín era una cuidad-castillo, de la cual las primeras referencias que hay son las que señalan a su época de dominación musulmana, aunque probablemente sea anterior. Su ubicación en lo alto de un corte de terreno alto en relación con el cauce del río Alberche, una especie de acantilado sobre el río, hacen del lugar un sitio idóneo para la construcción de una fortaleza o castillo desde el cual se domina toda la vega del río y la extensión que abarca hasta las elevaciones de los cerros del norte y por otro lado, de la amplia extensión de la comarca mentridana. 

Alamín fue el núcleo de vida de la comarca, hasta que alrededor suyo se fueron formando pequeñas aldeas como Méntrida, la Torre y El Prado, y otras más de las cuales solo sobreviven hoy en día las tres citadas, convertidas en prósperos pueblos. Formaban parte de aquel grupo de aldeas Montrueque, Navazarza, Linares, Marzalva, Piteos, Valdejudíos y Querada. Navazarza estaba junto a lo que fue la estación de tren de Alamín, junto la carretera de la que estamos hablando.

Alamín fue despoblándose en el transcurso de unos siglos y pasó de ser una villa con vecinos y comercios a no ser nada, y su castillo, derruido y reconstruído sucesivas veces, hasta que en el siglo XVII se hizo el actual palacio sobre sus ruinas. Respecto al puente, construido en el siglo XIV, de gran calidad; verdadero símbolo de éstas tierras y que figura en el escudo de Villa del Prado, desapareció al ser mandado derribar por D. Álvaro de Luna en el siglo XV sin que hoy en día se vea el más mínimo rastro de sus restos. Fue sustituido por uno de madera.

ÁLAMO, calle del


(De la calle de José Antonio al Paseo de la Estación)

Es ésta una de las calles representativas del casco antiguo del pueblo, de traza estrecha, empedrada desde antiguo con adoquines de granito, los cuales se mantienen hoy en día, y compuesta por casas de traza tradicional en su mayoría, siendo algunas de ladrillo de tejar compuesto en aparejo "toledano" y otras de adobe enfoscadas y pintadas, siendo las construcciones generalmente de vivienda en el piso bajo y sobrado en el superior.

Comienza la calle en una estrecha y pronunciada curva en cuyo margen izquierdo se encuentra el palacete conocido como "Casa de los Oteros" con portada de granito en arco de medio punto. Fue construido éste a comienzos del siglo XX y en él residieron los administradores de la finca "El Rincón". Durante la guerra civil de 1936 fue sede del Estado Mayor del ejército del Centro. Actualmente es de nuevo residencia particular.

Se encuentra también en la zona inicial de la calle la Casa Rectoral, del pueblo, ó vivienda del párroco, que fue construída en la década de 1970, ocupando el lugar de su antecesora, de mucha antigüedad, que se encontraba en mal estado.  En éste punto de la calle, ésta se ensancha ligeramente formando una pequeña plazuela, en el centro de la cual crece desde hace muchos años un grueso y venerable álamo negro que da vida y sombra al lugar. El nombre de ésta calle seguramente obedece a dicho árbol o a cualquier antecesor suyo que estuviese en el mismo sitio hace siglos. El actual árbol parece ser ya centenario.

***
El Álamo Negro (Populus Nigra) es una clase de árbol muy popular y tradicional en el entorno de Villa del Prado, con lo cual recibe un justísimo homenaje al estar ésta calle dedicada en su honor, además del bello aspecto que da a la calle el ejemplar que crece frente a la casa de la parroquia. Uno de los Álamos Negros más conocidos del pueblo es el que crece en junto a la Plaza de Toros, centenario árbol que alcanza bastante altura y anchura de copa. Otros ejemplares de éste tipo de árbol crecen en las zonas de "La Florida Chica" y los "Paseos", plantados algunos de ellos por niños del pueblo en las "Fiestas del Árbol" que se celebraban en la década de 1920. El lugar que más estuvo poblado de Álamos Negros en Villa del Prado, fue La Poveda, de la cual recibe su mismo nombre (Pobo= Populus= Álamo). De hecho, el lugar donde estaban éstos álamos se ha conocido siempre como "La Alameda", que es por donde discurre la procesión de la Virgen, frente a la ermita, donde hoy está el merendero. Medía unas tres hectáreas aquella arboleda. Éste precioso bosque de álamos, de siglos de tradición, se vio afectado por una horrenda enfermedad arborícola contagiosa que produjo que las autoridades forestales dictaminasen la tala de todo el lugar en la década de 1980, sustituyéndose los Álamos Negros por Plátanos, que son los que hay hoy en día.

Otro Álamo muy popular hoy en día en el término de Villa del Prado es el Álamo Blanco (Populus Alba), que crece en las riberas del Alberche fundamentalmente plantado en grandes extensiones para explotación maderera. Tambien podemos encontrarle dentro del casco urbano cumpliendo función de ornato, en jardines particulares y parques.

ALDEA DEL FRESNO, Calle de

(De la C. de la Era a la C. de Juan Pablo II)

Ésta calle forma parte del barrio de chalets formado en la década de 1980 en la zona de "las eras", junto al camino de Pelayos. Ofrece en sus márgenes las tapias de los jardines de dichos chalets y en su parte intermedia existe un pequeño parque infantil.

***
La Aldea del Fresno, situada a unos diez kilómetros de nuestro pueblo, es uno de los "eternos vecinos" de Villa del Prado. Entre ambos pueblos siempre ha habido una estrecha relación, amores y odios, colaboraciones y revanchas bromistas han surgido entre ambas localidades en la antigüedad, pero siempre unidos en bastantes aspectos, por lo cual el consistorio de Villa del Prado decidió nombrar a ésta calle en homenaje al pueblo vecino, pues además dicha calle se encuentra "mirando" en línea recta hacia Aldea, casi paralela a la carretera que conduce hasta allí y hacia Madrid. La Aldea del Fresno se formó después que Villa del Prado, dentro del antiguo término de la desaparecida Villanueva de Tozara, cuya iglesia perteneció al curato pradeño, ya desaparecido el casco urbano tozareño, bajo el nombre de "Ermita de San Polo", dedicada a San Pablo. El pequeño caserío de "El Fresno", fundado junto al río, a pocos kilómetros de San Polo, tuvo como patrón a San Pedro y perteneció durante siglos a las tierras de la ciudad de Segovia. En el siglo XVI surgieron disputas entre la Aldea del Fresno y la villa de El Prado a causa de los diezmos de la citada ermita de San Polo. Posteriormente, en el siglo XVIII, el ayuntamiento de Villa del Prado construyó el Puente de La Pedrera en el término de Aldea del Fresno, cobrando derecho de peaje nuestro ayuntamiento hasta los años 1930, pasando entonces el puente totalmente a dominio del ayuntamiento aldeano.

ALEJANDRO PERIS BARRIO, Calle de



(de la calle de La Rosa a la calle de San Roque)
Denominaciones anteriores: Calle de los Molineros y Calle del General Moscardó

La actual calle de Alejandro Peris Barrio es una vetusta calle de trazado muy antiguo, tal vez formada en el siglo XVII. Contiene hoy en día varias fachadas tradicionales de ladrillo en "aparejo toledano" y adobe enfoscado, algunas de ellas con notable presencia de piedra en mampostería. Algunas han sido restauradas recientemente, dando un bello y acertado aspecto al paisaje de ésta calle. En ésta calle se encontraba el taller de fabricar carros de los Sres. Dueñas y Céspedes, hoy convertido en solar, en el que se fabricaron una parte de los carros de bueyes y mulas que surcaron los caminos y calles de nuestro pueblo a comienzos del siglo XX. 

El nombre tradicional de ésta calle fue el de Calle de Molineros, cuya denominación puede atribuirse al antiguo molino de trigo y harina que había anexo al taller de carretería ántes mencionado y que funcionó hasta la década de 1960. Después de la guerra civil de 1936, el ayuntamiento dedicó ésta calle al General Moscardó, denominación que permaneció hasta 1998, en que se dedicó al profesor Alejandro Peris Barrio.

***
El oficio de molinero ha sido importante en Villa del Prado, no sólo por la indispensable necesidad de harina y pan, común a cualquier población, sino también por la considerable existencia de olivos en los campos que rodean el pueblo. Existían dispersos por la población hasta mediados del siglo XX varios molinos de aceite que funcionaban con tracción animal, hasta la aparición de la almazara de propulsión eléctrica que se usa hoy en día en la cooperativa para producir el exquisito aceite virgen de Villa del Prado.
***
D. José Moscardó Ituarte nació en Madrid en 1878. Comenzó su carrera militar y participó en la guerra de Filipinas (1897-98) y en las campañas de Marruecos de 1909-1926. En 1929 ascendió a Coronel y fue nombrado director del Colegio de Huérfanos de Toledo. En 1934 fue nombrado comandante militar de Toledo, siendo posteriormente director de la Escuela de Educación Física de Toledo. Estaba preparado para acudir con el equipo de deportistas españoles a las Olimpiadas de Berlín de 1936 cuando se produjo el inicio de la Guerra Civil. Unido al bando Nacional, se recluyó en el Alcázar de Toledo desde el 22 de julio y resistió el asedio republicano hasta que el general Varela tomó la ciudad el 28 de noviembre del mismo año. Éste hecho sería el que lanzaría a la fama a Moscardó por las jornadas heroicas vividas dentro de la fortaleza toledana, en las cuales no estuvieron ajenas algunas personas relacionadas con Villa del Prado. Posteriormente participó en las batallas de Guadalajara y Cataluña. En 1939 ascendió a General de División, y finalizada la guerra, a Teniente General. En 1946 era Delegado Nacional de Deportes. La gimnasia siempre estuvo presente en su carrera. Falleció en 1956 en Madrid.
***
D. Alejandro Peris Barrio Nació en Madrid en 1933. Realizó la carrera de Magisterio y ejerció en distintos centros, como Guijar (Segovia) y Villa del Prado, donde era maestro a finales de la década de 1960. Desarrolló funciones directivas en los colegios "Carlos Ruiz", de Estremera (Madrid) y en el colegio "Zumalacárregui", de la capital. En 1970 se licenció en filosofía y letras, doctorándose en 1988. Desde 1977 fue profesor de Historia en varios institutos de bachillerato y fue catedrático de Historia en el instituto "Los Rosales" de Móstoles. Publicó artículos sobre oficios artesanos y tradiciones de Madrid en varias revistas y fue premiado por la Comunidad de Madrid por un trabajo titulado "Arriería y carretería en la provincia de Madrid". Casado con una señora pradeña, pasa desde hace muchos años sus días libres en Villa del Prado, aparte de que fue como ya se ha dicho, profesor en el colegio del pueblo; y su interés por el pueblo ha dado frutos en forma de libros, el primero de los cuales se publicó en 1982, con el título "Villa del Prado, Historia y Arte", el cual se relanzaría en 1987. En 1997 se publicaría de nuevo el libro, mucho más amplio y con el título de "Villa del Prado, su historia y su Arte". Otro trabajo suyo ha sido el libro "La Poveda, un santuario junto al Alberche", del año 2000. También ha escrito libros sobre localidades madrileñas como Móstoles y Quijorna.

ALMOROX, calle de

(de la Avda. de la Reina Sofía al límite con los caminos de Almorox y de los Valles)

La Calle de Almorox recibe éste nombre por ser el camino que desde tiempos remotos conducía y conduce al vecino pueblo de Almorox (Toledo) El nombre de la calle es antiguo, habiéndose llamado así desde tiempo inmemorial. Discurre por lugares de aspecto muy variado. Nace su parte antigua entre vetustos edificios antiguos como el antiguo cuartel de la Guardia Civil y discurre su trazado de tipo tradicional y estrecho entre casas típicas sencillas y algunas de nueva planta, hasta llegar al antiguo arroyo de Juanes, que era antiguamente el final de la calle. A lo largo de éste recorrido la calle aparece empedrada con adoquines de granito, dejando aun lado el taller de confección de las Hermanas de la Caridad y los bloques de pisos de la parroquia y a otro lado las singulares casas de "Pedro Rosell". Aquí finaliza su parte antigua y tras atravesar el arroyo Juanes, hoy Avda. del Príncipe de Asturias, la calle entra en una moderna "fase", construída en la década de 1970, formada a un lado por casas tipo adosado con jardín delantero y patio trasero y a otro lado unas modernas construcciones de vivienda y nave industrial. Seguida a ésta, pasando el cruce con la calle Génova, se encuentra la larga pared de adobe antigua que delimita una boyería donde se guardaba ganado, que hacía de límite del casco urbano con el campo en tiempos antiguos, junto con la manzana siguiente de casas, entre el Arroyo Mazmarro y la calle Infante. Donde están las casas con jardín existió hasta la construcción de éstas un pequeño muro de mampostería conocido como "La Pared de Canto", detrás de la cual comenzaban tierras de labor y siembra hasta la carretera de Cadalso. En éste lugar, conocido entonces como "La Curijada" comenzaba antiguamente el camino de Almorox propiamente dicho, de piso de tierra, el cual se perdía entre pequeñas lomas y cerros hasta llegar a la localidad toledana. Tras éste tramo, hoy en día la calle Almorox prosigue, tras cruzarse con la C/ Infante entre modernas tapias de jardines de chalets, construídos en las décadas de 1980 y 90 y finaliza en el campo, donde termina su pavimento y comienza el camino de Almorox, junto al arroyo de los Palomares.

El camino de Almorox discurre entre bellos parajes, hoy en día frecuentado por pastores, paseantes, ciclistas y motoristas, y tras atravesar varios cerros, termina cerca del pinar de la localidad toledana.

***
Almorox, villa toledana de traza típicamente manchega, con bellos monumentos como su iglesia parroquial y su ermita y plaza mayor, es uno de los más populares pueblos vecinos de Villa del Prado, existiendo desde antiguo una gran relación entre ambas localidades, siendo además Almorox  un pueblo de paso para los pradeños que viajaban a Toledo. Con la aparición del antiguo ferrocarril que unía Villa del Prado y Almorox con Madrid, la aproximación entre ambos pueblos se intensificó y hoy en día Almorox y Villa del Prado mantienen como siempre una estrecha relación de vecindad entre sus habitantes y comparten ambos municipios entornos naturales, montes y pinares de interés común.

ALVARO DE LUNA, calle de


(Calle sin salida. Entrada por la C. de La Soledad)

Se formó nueva ésta calle en la década de 1990 al urbanizarse una antigua herrén. Está formada a uno y otro lado por casas modernas de aspecto tradicional.

***
Don Álvaro de Luna nació en Cañete (Cuenca) hacia 1390 y fue paje del rey de Castilla. Con el paso del tiempo, fue ascendiendo de forma rápida y notable en la política de la corte y se convirtió en un señor casi todopoderoso, ejerciendo un poder enorme y acaparando para su fortuna territorios inmensos por toda Castilla, entre los cuales estaba el Castillo de Alamín y sus aldeas anejas, entre ellas Villa del Prado. Así con frecuencia encontramos por muchos puntos de Castilla "un castillo que perteneció a Don Alvaro de Luna" o "un palacio que fue de..." o "Este pueblo perteneció a..." En ésta comarca, La Adrada, Alamín, Escalona o San Martín de Valdeiglesias fueron solamente algunas pocas de sus posesiones feudales y absolutas. D. Álvaro se ganó toda la amistad y confianza del rey Juan II, y fue nombrado Condestable de Castilla en 1420, defendiendo la monarquía frente a otros poderosos nobles, sin embargo, a la vez, él se estaba convirtiendo en el más poderoso. En 1427 fue desterrado por influencias de otros nobles, pero posteriormente, formando mesnada derrotó a los musulmanes en la batalla de La Higueruela , en 1431. 

En Villa del Prado, D. Álvaro de Luna poseía un palacio del cual se conserva la portada de piedra. Estableció la picota enfrente del palacio, junto a los caminos de Escalona y La Torre, lugar que comunicaba directamente con sus posesiones de Alamín y Escalona. No dejó muy buen recuerdo Don Álvaro en Villa del Prado, pues se ha conservado durante más de quinientos años hasta hoy una tradición oral de padres a hijos que habla de los excesos del condestable con los vecinos de éste pueblo, al cual asfixiaba con impuestos y en el cual se produjeron ejecuciones en la picota, utilizándola como horca, sucesos que Don Álvaro veía por una ventana que hay sobre el arco de la puerta de su palacio. A pesar de ello, Don Álvaro impulsó la construcción de la actual iglesia del pueblo, en la cual figuran símbolos de Santiago, a cuya Orden perteneció, y la misma dedicación del templo y un escudo en el cual se ve una luna blanca, símbolo del conde. 

Don Álvaro tenía una influencia tan alta sobre el rey de Castilla, que fue acusado de dominar al monarca mentalmente mediante brujerías, acusación que también obedecía al deseo de otros nobles de quitarse de encima al condestable, el cual había derrotado a sus principales enemigos, los infantes de Aragón y la nobleza castellana en Olmedo en 1445. A la creciente manía que le empezaron a tener los nobles, seguramente no por motivos condescendientes con el pueblo, sino por ambición personal de ellos mismos, se unió la de la reina Isabel, esposa de Juan II, quien también conspiró para derrocar a D. Álvaro el cual finalmente fue procesado y declarado culpable de hechizar al rey y dominarlo, motivo por el cual fue condenado a muerte y decapitado en Valladolid en 1453. Su cabeza quedó expuesta al público durante unos días. Su cuerpo se encuentra hoy en día enterrado en la capilla de Santiago en la Catedral de Toledo en cuyo techo de figuran muchos símbolos de cruces de Santiago y lunas. Está en una labrada sepultura de mármol, para todos los pradeños y gentes de otros lugares que quieran visitar a éste antiguo señor que marcó las vidas de nuestros pueblos, que pertenece a nuestra historia y cuyo eco aun no se ha extinguido cinco siglos después.

AMAPOLA, calle de la


(de la C. de la Era a la C. de Severo Ochoa)

Calle formada en la década de 1990 sobre unos antiguos terrenos de labranza. Está compuesta por chalets y casas con jardín.

***
La amapola es una vieja conocida flor en todos los campos que rodean Villa del Prado y en primavera adorna de forma notable éstos parajes con sus pétalos rojos. Crece sobre todo en márgenes de caminos y carreteras, fronteras y campos de cultivo de cereales.